El pasado fin de semana la Villa de Cartes se cubrió de nuevo de estandartes para acoger su tradicional Mercado Medieval.
El sábado el pueblo amaneció al ritmo de gaitas y tambores y más de cincuenta puestos de artesanía, comida y oficios tradicionales cubrieron el Camino Real hasta el Torreón, resaltando aún más el aspecto medieval de la villa y trasladando a vecinos y visitantes en un particular viaje atrás en el tiempo que destacó por su buena acogida. Fueron numerosos los curiosos que, animados por el buen tiempo, se acercaron a hacer alguna compra y a disfrutar de la música, los cuentacuentos, los pasacalles, las actividades infantiles o la feria del queso. Así, entre el olor a rosquillas recién hechas y el sonido del cincel del cantero, muchos se vieron sorprendidos por duendes, trolles, faunos y brujas. El domingo, y aprovechando la caída de la noche, los Caballeros de L’Enfer salieron de las tinieblas para despedir, con su espectáculo de fuego y pirotecnia, el fin de semana medieval.
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